Un espumoso excelente por su calidad-precio
Clásico y elegante. Toda una garantía de una gran bodega
Homenaje a los paisajes de infancia. Recuerdo de una cueva poco profunda en la colina del Castell de Sant Martí Sarroca. Atalaya desde donde contemplar el encuentro armonioso entre historia y naturaleza. Refugio donde descubrir tesoros imaginarios y soñar con mundos de burbujas.
Se trata de un vino fresco y aromático que brilla por sus notas minerales y de flores blancas. Gracias a su crianza, también demuestra un carácter redondo y amplio, sin perder su acidez